A partir de aquí deberíamos poder acceder remotamente, vía SSH, a la nueva máquina aunque únicamente desde el anfitrión. Para ello deberíamos poder acceder con nuestro cliente SSH favorito (será ssh en sistemas tipo Unix como Linux, MacOS X o Android, o PutTTY en Windows).
Así se haría desde una consola Unix con ssh:
$ ssh root@192.168.128.3
Con PutTTY abriremos una conexión a 192.168.128.3, asegurándonos primero de tener configurada la codificación del sistema remoto como UTF-8. Una vez dentro nos preguntará usuario y contraseña.
En ambos casos, al ser la primera vez nos mostrará la huella digital que presenta la máquina remota para que confirmemos que realmente queremos conectarnos a ella. Confirmamos y a continuación nos pedirá la contraseña.
Acceder remotamente tiene ciertas ventajas, que resumimos a continuación puesto que la explicación en detalle queda fuera del alcance de este documento:
$ ssh -X root@192.168.128.3 [root@caistro ~]# gedit /etc/ntpd.conf&En este ejemplo utilizaríamos la aplicación gedit (que deberemos haber instalado previamente) del huesped, para editar el fichero de forma más cómoda que mediante vi.